Hasta el jueves por la tarde, más de 1.300 personas han muerto y casi 7.000 han resultado heridas en la campaña de bombardeos israelí, dijo a RT el ministro de Salud libanés, Firass Abiad.
Israel lleva casi una semana bombardeando el Líbano, en lo que las Fuerzas de Defensa de Israel denominaron “Operación Flechas del Norte”. Jerusalén Occidental dice que los ataques tienen como objetivo dañar las capacidades de Hezbolá, la milicia chiíta con sede en el sur del país.
“El Lunes Negro, casi 600 civiles inocentes murieron, entre ellos 140 mujeres y niños, y casi 1.800 resultaron heridos, incluidos profesionales de la salud”. Abiad dijo a RT en Beirut.
“Lamentablemente, la matanza continúa a diario” añadió, presentando las cifras actualizadas de víctimas.
Según Abiad, Israel ha llevado a cabo “ataques indiscriminados contra civiles” comenzando con la explosión de dispositivos de comunicaciones y continuando con la campaña de bombardeos.
“Creo que el objetivo principal de estos ataques indiscriminados es sembrar una atmósfera de terror y provocar un éxodo masivo”. dijo el ministro de salud.
Las FDI dijeron el jueves que habían llevado a cabo más de 1.500 incursiones contra el Líbano desde principios de semana, confirmando ataques en el sur de Beirut y el cruce fronterizo de Matraba entre el Líbano y Siria, entre otros.
El ataque en el suburbio de Dahiyeh en Beirut tuvo como objetivo a Mohammed Srur, también conocido como Abu Saleh, a quien las FDI han acusado de ser el comandante de la rama de drones, misiles de crucero y defensa aérea de Hezbolá.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, negó todos los rumores sobre un alto el fuego y dijo que había ordenado a las FDI que “Seguir luchando con toda la fuerza”.
Mientras tanto, las FDI han anunciado la inminente entrega de 8.700 millones de dólares en ayuda militar de Estados Unidos, describiéndola principalmente como municiones para sistemas de defensa aérea.
