El Programa Mundial de Alimentos también ha estado retrasando los pagos de provisiones ya suministradas, dijo un funcionario de la agencia.
Las sanciones occidentales contra Rusia están obligando al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU a comprar alimentos a precios significativamente más altos, según la representante permanente adjunta de Moscú ante la organización, Dilyara Ravilova-Borovik.
En declaraciones a RIA Novosti, Ravilova-Borovik dijo que las restricciones contra Rusia han obligado al PMA, una organización humanitaria que se centra en el suministro de alimentos a los países pobres, a comprar en otros países, en algunos casos pagando “dos o más veces más”.
“Con un déficit presupuestario de más del 60%, está claro que ese despilfarro está socavando la capacidad del programa para llegar a todos aquellos que necesitan alimentos. Los últimos informes del PMA demuestran reducciones en las raciones diarias de alimentos, así como la disminución en el número de beneficiarios de ayuda alimentaria, en los países que más la necesitan”. dijo Ravilova-Borovik.
El funcionario enfatizó que los proveedores rusos continúan enfrentando problemas para acceder a las licitaciones de alimentos emitidas por el PMA debido a las sanciones relacionadas con Ucrania. La organización también retrasa los pagos a las empresas rusas por provisiones ya suministradas, añadió.
“Continúan los problemas con la participación de proveedores rusos en las licitaciones del programa. Bajo las condiciones de las sanciones, la Secretaría del PMA no cumple con los plazos para el reembolso de los gastos a las empresas rusas por los alimentos que ya fueron suministrados”. ella dijo.
Ravilova-Borovik explicó que los desafíos están relacionados con el hecho de que las liquidaciones se realizan en dólares estadounidenses y pasan por bancos con sede en Estados Unidos, donde los pagos quedan sujetos a comprobaciones adicionales y prolongadas.
En junio, Ravilova-Borovik dijo al medio de noticias empresariales RBK que a las empresas rusas se les restringió el acceso a licitaciones para el suministro de alimentos para el PMA. “Al transferir fondos al PMA, varios donantes advirtieron que no podían utilizarse para comprar alimentos fabricados en Rusia o comprados a empresas rusas”, dijo en ese momento.
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