Partidarios de Trump el sábado se reunió en un mitin en Wilmington, Carolina del Norte, confiado en sus posibilidades de ganar Carolina del Norte en las próximas elecciones.
La multitud, con sus camisas rojas ondeando con la brisa de la playa, creía que podrían ayudar a asegurar el estado de batalla para Trump. Sin embargo, cuando las discusiones pasaron al vicegobernador Mark Robinson, el candidato republicano para gobernador, el tono cambió.
La ausencia de Robinson en el mitin y el hecho de que Trump no lo mencionara frente a miles de seguidores insinuaron la creciente distancia entre los dos republicanos.
Robinson ha sido criticado por su reciente escándalo, luego de que CNN informara sobre comentarios anteriores que supuestamente hizo en un sitio web de pornografía.
Pero a pesar de la reacción, muchos asistentes a la manifestación se apresuraron a descartar estas acusaciones como ataques impulsados ​​por los medios.
Mientras que algunos entre la multitud apoyaron firmemente a Robinson, utilizando la misma defensa que él ofreció (que no se podía confiar en los medios), otros adoptaron un enfoque más indulgente.
David Huffman, un local de Wilmington, reconoció el daño pero se mantuvo leal a Robinson. “Está acabado”, admitió Huffman, añadiendo que todavía votaría por él, incluso si la campaña de Robinson pareciera una posibilidad remota en este momento.
Jason White, del condado de Columbus, reconoció las acusaciones pero sugirió que la gente podría cambiar. “Todos tenemos un pasado”, comentó White.
Quintina Debose, otra asistente a la manifestación, minimizó las acusaciones calificándolas de insignificantes y dijo: “La gente hace cosas todo el tiempo. Simplemente no los atrapan”.
Sin embargo, para los conservadores más cautelosos, las acusaciones generaron señales de alerta.
Si bien muchos como Thomas Hart estaban seguros de votar por Trump, particularmente después de que Robert F. Kennedy Jr. lo respaldara, la misma confianza no se extendió a Robinson. Hart señaló los comentarios “bastante descabellados” de Robinson como motivo de preocupación.
A pesar de la controversia, otros seguidores, como Bryan Faulcon, se mantuvieron firmes en su apoyo a Robinson. “No pueden derribarlo”, dijo Faulcon, enfatizando que valoraba la política por encima del carácter, incluso si las acusaciones fueran ciertas.
Robinson fue acusado de llamarse a sí mismo un “nazi negro”, admitir haber visto pornografía transgénero y minimizar la gravedad de la esclavitud. Estas nuevas acusaciones siguieron a críticas anteriores a Robinson por realizar publicaciones racistas, antisemitas y transfóbicas en las redes sociales.
En última instancia, si bien el futuro de Robinson sigue siendo incierto, muchos partidarios de Trump en el mitin siguieron apoyándolo, dispuestos a pasar por alto controversias pasadas en favor de su agenda política.



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