Adaptar la ayuda a los recursos escasos
Mientras tanto, utilizó sus contactos en Gaza para formar un equipo de ayuda. Su primer trabajo fue construir instalaciones sanitarias que incluyeran retrete y ducha. La idea era crear un lugar donde se pudiera preservar la higiene y la dignidad. En los campos superpoblados, este es un problema que afecta especialmente a las mujeres y a las personas mayores. Al mismo tiempo, los ayudantes trabajaron con otra organización para montar su propio campamento.
Como es prácticamente imposible traer materiales a la Franja de Gaza, los palestinos tienen que trabajar con todo lo que pueden conseguir en el mercado local: cada vez hay menos disponible y todo es cada vez más caro. “Pero es increíble cuán creativas se vuelven las personas en una crisis”, dice Abu Daqa. Explica que Ahmed Sherif, un ingeniero civil que es su jefe de equipo en el terreno, está constantemente fuera de casa, manteniendo los ojos abiertos, y hasta ahora siempre ha encontrado una solución alternativa. Como un sistema de tuberías que el equipo construyó ellos mismos para acceder al agua para lavar desde un campamento vecino. Hasta ahora han conseguido organizarlo todo en Gaza o, si es necesario, fabricarlo ellos mismos, como el detergente para limpiar los baños. Ahora también se utiliza en otros campos.
Su último logro es una pequeña planta de desalinización alimentada por energía solar. “Con ella podemos producir agua potable para unas 250 de nuestras familias”, afirma Keller. Hasta la fecha, gran parte del dinero recaudado con las donaciones se ha utilizado únicamente para comprar agua potable.
Dado que los ayudantes sobre el terreno trabajan casi exclusivamente de forma voluntaria, el equipo en Alemania debe tener el mayor tacto posible. Rápidamente descubrieron que no tenía mucho sentido encontrar soluciones ya preparadas, dice Abu Daqa: “Al principio, la gente dice ‘sí’ a todo”. Le duele ver hasta qué punto los palestinos en Gaza están acostumbrados a que personas del extranjero les digan lo que es bueno para ellos. “Como resultado, pierden la confianza en sí mismos y también la motivación”. Mientras tanto, sin embargo, las personas con las que trabaja ahora están dispuestas a decir exactamente lo que necesitan en Gaza, y el equipo en Alemania ha aprendido a traspasarles la responsabilidad.
