La inteligencia artificial requiere enormes cantidades de potencia informática. Para poder operar los servidores que necesita, Google busca fuentes de energía. Sin embargo, no está claro si la solución prevista funcionará.

Después de Microsoft, Google también depende de la energía nuclear para operar centros de datos en tiempos de inteligencia artificial (IA) hambrienta de energía. La empresa de Internet quiere comprar energía de pequeños reactores innovadores del desarrollador Kairos Power a partir de 2030. Se espera que la producción anual alcance los 500 megavatios en 2035.

Se trata de seis o siete centrales eléctricas, dijo el director de Google, Michael Terrell, al Financial Times. Aún no está claro si la electricidad de los reactores debería ir a la red o si se conectarán directamente a los centros de datos. Los detalles financieros del acuerdo tampoco quedaron claros, ni tampoco si Google quería ayudar a financiar la construcción de las centrales eléctricas o simplemente comprar electricidad una vez finalizada.

Una característica especial de los reactores modulares compactos de Kairos es que no se enfrían con agua, sino con sales de fluoruro fundidas. La empresa destaca que su diseño es más seguro que el de los reactores convencionales, simplemente porque el refrigerante no se evapora. El año pasado, Kairos recibió la aprobación para construir su primer reactor de prueba en el estado estadounidense de Tennessee.

Las grandes empresas tecnológicas se han comprometido con negocios climáticamente neutros y en los últimos años han apostado cada vez más por las energías renovables. Pero luego llegó el boom de la IA. La formación y el manejo de software con inteligencia artificial requiere mucha actividad en los centros de datos, y eso también implica un alto consumo de energía.

La conclusión es que Google quiere ser climáticamente neutral para 2030. Para lograr esos objetivos, las emisiones de CO2 se compensan con contramedidas como la plantación de árboles. El año pasado, la proporción de energía libre de CO2 consumida por los centros de datos y oficinas de Google fue del 64 por ciento. Mientras tanto, las emisiones de CO2 del grupo aumentaron un 13 por ciento en un año. El consumo de energía de los centros de datos jugó un papel central. Google está tratando de asumir un papel pionero en el uso de la IA con el viento a favor de su dominio en los motores de búsqueda.

En los próximos años se reiniciará para Microsoft un reactor en la central nuclear estadounidense fuera de servicio de Three Mile Island. El gigante del software acordó comprar la energía producida durante 20 años. El reactor tiene una potencia anual de alrededor de 800 megavatios.

Microsoft también estableció ambiciosos objetivos climáticos. A principios de 2020, la empresa Windows anunció que compensaría con creces sus emisiones de CO2 de aquí a 2030. Microsoft prometió que para 2050 se eliminarán todas las emisiones de dióxido de carbono de la empresa desde su fundación. En los últimos años, Microsoft se ha asociado con el inventor de ChatGPT, OpenAI, y está integrando la tecnología detrás del chatbot en prácticamente todos sus productos.

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